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INFORMACIÓN RECOPILADA DE DISTINTAS FUENTES

 

HISTORIA:

 

En la década de los 90, un grupo de jóvenes de la tribu shipibo-Konibo en Ucayali llegaron a lima para huir del terrorismo y buscar nuevas oportunidades. En el 2001, Estos se instalaron en el asentamiento humano Cantagallo, en Acho, donde residen hasta la actualidad. Si bien es cierto que salieron de tiempos en crisis, ellos no son siempre respetados, ya que en más de una vez han sido víctimas de insultos y burlas hacia su origen y sus costumbres. Por otra parte, en Noviembre de 2009, a la comunidad de  Cantagallo se le presentó otro problema. La Municipalidad de Lima Metropolitana y la empresa Línea Amarilla suscriben el contrato de concesión del proyecto más tarde denominado como Vía Parque Rímac, lo cual generaría afectaría a la comunidad por su locación cercana a la zona de construcción. Por ello, en el 2011 se decidió buscar un terreno para la reubicación de la comunidad en otra zona de la capital. Mientras tanto, fueron trasladadas hacia la parte baja del asentamiento, supuestamente para que no se presenten inconvenientes y, además, sea más fácil el acceso a la comunidad. Sin embargo, el ruido de los automóviles que transitan en la Panamericana norte, la falta de agua y desagüe y la suciedad afecta a la población indígena y exigen su inmediata reubicación. Las autoridades municipales anunciaron que el proyecto Rio verde, que incluía un presupuesto para reubicación de la comunidad shipiba en San Juan de Lurigancho se canceló, debido a que el dinero será utilizado para la construcción de un bypass entre las Avenidas 28 de Julio y Arequipa; por ello, se hizo una reunión el pasado 15 de Abril para dialogar con la población indígena y encontrar una pronta solución. Estas familias se organizaron en tres asociaciones reconocidas por el Estado, y es recién en el 2007, donde lograron que la gerencia de Desarrollo Urbano de la Municipalidad de Rímac les concediera la posesión de Cantagallo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿A QUÉ SE DEDICAN?

 

Esta comunidad se dedica principalmente a la artesanía, pintura, música, gastronomía y danza, medicina natural, mientras que los niños estudian en un colegio donde aprenden el dialecto shipibo. Asimismo, la mujer shipiba- coniba trabaja diariamente en la confección de telas bordadas o en la creación de la cerámica. Sin embargo, donde mayor talento y creatividad tiene la mujer shipiba es en la confección de la textilería. Sus diseños y sus coloridos adornos  establecen la más amplia expresión de esta etnia. En la fijación de estas telas se utilizan técnicas como los pigmentos naturales, mezclados con arcilla, los cuales sirven para la elaboración de las pinturas; además, reemplazan los pinceles o espátulas con las astillas de caña brava o con las espinas de pescados. Este arte shipibo es identificado principalmente por su trazado geométrico y por sus creativos diseños (KENE). Asimismo, su tradición es fundamentalmente oral, ya sea a través de sus cantos, sus danzas, su artesanía, sus mitos, así como su conocimiento extenso de las plantas medicinales, las cuales han sido adquiridas en el transcurso de varios años de experiencia e investigaciones, y es el conjunto de todo esto lo que conforma su identidad. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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© 2015 Comunidad Shipibo de Cantagallo

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